Después de lo visto en clase,
podemos llegar la conclusión de que la robótica puede tener una utilidad en el
aula y con los niños y niñas. Aprender de forma divertida es uno de los
objetivos que presentan estas adorables máquinas, capaces de realizar distintas
acciones, tareas y órdenes.
Al utilizarlos, estamos llevando
a cabo una enseñanza práctico-lúdica en la que se tocan varias áreas como la programación,
creatividad y lenguaje. Como muchos otros recursos relacionados con la
tecnología, los robots fomentan el interés y la motivación del alumnado para
recibir contenidos de una forma divertida. Propio del andamiaje, (es decir, de
lo general a lo concreto) estos materiales nos permiten trabajar desde lo
material a lo abstracto. También estructurarán y solucionarán problemas ya
hechos o creados por ellos mismos. A este tipo de enseñanza se le llama Educación STEM.
Podríamos decir que se trata de
una actividad muy innovadora, diseñada para desarrollar las competencias y las
habilidades necesarias ante los riesgos y desafíos que supone el avance rápido
de la tecnología en nuestro siglo. Estas actividades son recomendadas a partir
de los nueve años, pero hay amigos robóticos que se llevan incluso a la
educación infantil.
Desde un punto de vista
individual ya hemos visto los beneficios, pero ¿Qué ocurre cuando no hay
suficientes materiales para todos y deben compartir un amigo electrónico? Precisamente
en ese instante aplicaremos la resolución de problemas, la colaboración y el
trabajo cooperativo, mejorando sus habilidades sociales de comunicación.
El único problema que veo al uso
de robots el educación pública, es la falta de capital. Muchas veces los
recursos son limitados y la economía no permite traer nuevos materiales y más
aún, sí son tan caros como éstos. Ocurre de igual forma con ordenadores
portátiles, tablets u otros utensilios necesarios para modernizar un aula. En
la mayoría de los casos, son subvencionados por el gobierno y se trata de un
préstamo a las familias durante el curso, pero como no hay suficiente inversión
en la educación, nos encontramos con objetos desactualizados, lentos y
antiguos.